En abril gasto de los hogares decrece el 5.15% en términos reales

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Perdimos 6 años de crecimiento de gasto de los hogares por culpa del aislamiento por el Covid19 

Según la consultora Raddar en su medición mensual, en abril los hogares en Colombia gastaron un total de 54,6 billones de pesos, cifra que representa una caída en términos corrientes del - 1.8%  y en términos reales de -5.15% (abril 2019 vs abril 2020), por cuenta del confinamiento obligado por el Covid 19, siendo esta la contracción más grande de la historia, porcentaje que se convierte en el doble de impacto, al sumarle el crecimiento que se esperaba para el mes,  antes de la crisis,  que estaba cercano a otros 5 puntos.

Para leer de manera correcta la caída del -1.8%, teniendo en cuenta que a simple vista luce muy leve frente a la magnitud de la crisis que afrontan los hogares y la magnitud en la economía del impacto del confinamiento obligatorio, explica Camilo Herrera presidente de Raddar: “Realmente la caída no es simplemente el -1.8%; para leer bien la cifra hay que tener en cuenta que deberíamos estar creciendo a tasas del 8% al 10%, o sea que este crecimiento también se perdió. Al sumar el crecimiento que no se dio al porcentaje de decrecimiento,  significa que la caída del gasto en abril estuvo cercana al 12%. Y si miramos en esta misma perspectiva, el decrecimiento entre febrero y abril, la  caída supera el 20%”.

Para un mejor entendimiento de las cifras, señala Raddar: “si en abril del año pasado se alcanzaban a comprar 100 cosas, en abril de este año solo se alcanzan a comprar 93.9%. Esto nos retrocede al nivel del gasto que se tenía en abril del 2014, lo que quiere decir que en Colombia perdimos 6 años de crecimiento de gasto de los hogares por culpa del aislamiento por el Covid19”.

Según las condiciones de empleo, ingreso y ahorro, Raddar estima que en condiciones de confinamiento obligatorio, cerca del 30% de la población del país estaría manteniendo aún su ingreso, además de contar con ahorro; la mayoría, es decir el 45% estaría sin ingreso fijo y con algo de ahorro; y un 25% estaría sin  ingreso fijo y sin ahorro, los que representan la población más vulnerable.

Revisemos el Contexto y el escenario del que veníamos

Para entender la magnitud de la desaceleración, resalta la consultora Raddar la importancia de revisar el escenario del que veníamos: “el gasto de los hogares, crecía por encima del 3% en términos reales hasta 2015, impulsado por el crecimiento población, la baja penetración de algunas categorías de tecnología y vehículos y por dólar a $2.000 pesos;  Entre 2015 y 2018, el gasto de los hogares hizo un ajuste importante debido a la subida del dólar a $3.000, una inflación del 9% a mediados de 2016 y la implementación del IVA del 19% en 2017.    2019 es un año de buena dinámica, porque retoma la contención de compra de bienes semidurables y durables de 2016-2018, y gracias al aumento de la entrada de remesas y el aumento de la población por la migración venezolana”.

 

Estruendosa caída de las tarjetas y del crédito hipotecario

El informe llama la atención sobre la alarmante caída de las  tarjetas de crédito en la medición de dinámica de pago en el gasto de los hogares con una variación del  -53,8%.  

Por su parte el efectivo como medio de pago presenta una variación positiva con el 4.1%.   

Al observar la colocación de crédito, esta presenta una variación negativa del -57%, caída que se hace más pronunciada para el crédito hipotecario con el -62% y crédito de consumo con el -58.8%.

 

La caída no es homogénea, ni por ciudad, ni por categoría

Respecto a las ciudades principales,  Barranquilla registra una menor caída, comportándose mejor que el promedio nacional, con el 0,05% de variación anual del gasto real frente al 5,1% país; Cali aunque que cae, lo hace en menos proporción con el -3,43%;  Medellín con el -4,74%; Bucaramanga con el -5,18%  y  Bogotá es la que recibe el mayor golpe con una caída del -8,03% en la variación anual del gasto real, superada solo por Pasto con el -9.3%.

Recordemos que Bogotá  reúne cerca del 36% del mercado en Colombia y su mayor impacto se deriva de una estructura de gasto en la que las categorías  de consumo de alto  valor y bienes durables, que son las que más caen,  tienen mayor peso, como por ejemplo los vehículos.

Por su parte, las ciudades intermedias reflejan un mejor comportamiento teniendo en cuenta que su gasto está concentrado en los bienes de primera necesidad, compras frecuentes  y bienes no durables,  que son los que crecen o menos caen.

 

Participación de las compras frecuentes en el gasto de los hogares

Mientras en enero, antes de la pandemia,  la participación de las compras frecuentes en el gasto de los hogares era del  62,2%,   para abril ese rubro se incrementó al 72,2%, un 4% más que en el mes de marzo, y un 16% más que hace un año.

Con respecto al mes anterior el gasto en esta clase de productos es menor, consecuencia del aumento de los precios en muchos de los artículos que componen los frecuentes.

Los artículos de compras frecuentes que más crecieron en el mes de abril en gasto real fueron: Papeles de cocina, jabones, insecticidas, detergentes y blanqueadores, gas, limpiadores y desinfectantes, pañales y otros, energía eléctrica y acueducto, alcantarillado y aseo. Por otro lado, los artículos de compras frecuentes que decrecieron en el mes de abril en gasto real fueron: Taxi, gastos de cafetería, almuerzo, combustible, periódicos, buseta, bus, otros medios  de transporte urbano y servicio doméstico.

 

Comportamiento distinto por categoría

Con una gran distancia de ese decrecimiento total nacional del -1.82%, hay rubros que  presentan un crecimiento importante, siendo los servicios públicos el rubro que más  crece con el 64,7%, especialmente el consumo de agua; seguido por artículos para limpieza con el 58%; y todo el rubro de alimentos; frutas (49%), hortalizas y legumbres (47%), cereales y panadería (41%). Se destaca también bienes y artículos para la salud con el 31% y comunicaciones con el 23%.  

 

Categorías con mayor afectación

Por el contrario, mientras el total del gasto en pesos decrece -1,82% en abril, hay rubros que decrecen de manera preocupante:

VESTUARIO Y CALZADO (-84%);  APARATOS DOMESTICOS,  TRANSPORTE DE PERSONAS Y MUEBLES DEL HOGAR (-68%); COMIDAS FUERA DEL HOGAR (64%); ROPA DEL HOGAR (62%); UTENCILIOS DOMESTICO (61%);  APARATOS PARA LA DIVERSION Y ESPARCIMIENTO (-54%)

 

Comportamiento del gasto  por Etapas

Ante la necesidad de quedarnos en casa, el gasto de los hogares se viene ajustando de forma importante; De esta manera explica Raddar cuáles serán esos cambios esperados más probables, en las diferentes etapas:

En el momento de la declaración del aislamiento, los hogares compran más elementos de aseo personal y para el hogar, mercado de alimentos y medicamentos; reducen sus gastos en entretenimiento, restaurantes y transporte, y mantienen los gastos en salud y educación. En este escenario que más o menos fue lo que reflejó marzo, el gasto aún crece.

Ya en aislamiento, el gasto en entretenimiento se reducen de manera importante,  las comidas por fuera del hogar se transforman mayormente en domicilios, se defienden los gastos en servicios públicos, salud y educación, con una contracción del tamaño del gasto del mercado mensual,   representando el 73% del gasto en un escenario previo.

En la salida de la cuarentena, la dinámica de gasto será moderada, ya que muchos gastos serán limitados como ir a cine o viajar (80% del escenario previo).

En la etapa de ajuste, finalmente se espera que el gasto por hogar se contraiga un 5% frente al comienzo del proceso. (95% del escenario previo).

Según estimaciones de Raddar, “El Gran Aislamiento” nos llevaría a una recesión económica, cercana a -2,4% del PIB en 2020. Este fenómeno es diferente a la recesión de 1999. El Consumo de Hogares, será el mecanismo de recuperación de la economía colombiana, como ocurrió en la Crisis Financiera Mundial y la Caída del Precio del Petróleo de 2014-2016.

 

La pérdida del empleo es la variable con mayor afectación sobre el gasto

Resalta Raddar el hecho que en solo el mes de marzo, la crisis ya daba cuenta de una reducción de cerca de 1.7 millones de personas que dejaron de estar ocupadas, aunque no necesariamente se entendieron como desempleadas. Recordemos que para sumar en los indicadores de desempleado, no solo no se debe tener empleo, sino que debe estarlo buscándolo. Por esta razón la tasa de desempleo aún no se ve disparada ya que muchos que están desocupados, pero aún no han comenzado a buscar empleo.

El informe destaca el aumento del desempleo de forma importante en las zonas de frontera como Pasto y Cúcuta y Barranquilla. De igual manera, las  Zonas turísticas como el Eje Cafetero y la Costa Caribe del país sufren por cuenta de la caída del turismo.  Por su parte, las dos más grandes ciudades del país, Bogotá y Medellín tienen una menor destrucción de empleo por tener un sector formal más grande. Por lo tanto, el aumento de las personas inactivas impacta positivamente la tasa de desempleo.

En conclusión, una alta tasa de informalidad y una considerable proporción de trabajadores por cuenta propia son factores que impactan el mercado laboral en las principales ciudades.

Se espera que rápidamente el empleo vuelva a capturar muchas de las personas que se quedaron cesantes.

 

El abril nivel de confianza de consumidor cae a su nivel más bajo

La encuesta de Opinión al Consumidor que desarrollada cada mes Fedesarrollo, muestra  en abril un Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de -41,3%, el resultado más bajo desde que se realiza la medición (noviembre de 2001), representando una disminución de 17,5 puntos porcentuales (pps) frente al mes anterior (-23.8%) . Este resultado obedeció principalmente a una caída de 33,2 pps en el Índice de Condiciones Económicas y en menor medida a una reducción de 7,0 pps en el Índice de Expectativas del Consumidor. Si bien, la confianza de los consumidores disminuyó en todos los estratos socioeconómicos, la caída mayor se da en el estrato alto con el -51%.  También la caída de confianza se da en las cinco ciudades analizadas frente a marzo de 2020.

Lo anterior es consecuente con la caída de la disposición de compra de bienes durables en la cuarentena, que en abril   se ubica en -81.3% y bajo una mirada desagregada vivienda se ubica en el -62.3% y vehículo -69.5%.

Al respecto resalta Raddar: “Para este mes se puede notar que todos los niveles socioeconómicos continúan con un índice de confianza negativo siendo este menor que el de marzo. Este comportamiento puede verse influenciado por la incertidumbre que sufren actualmente los colombianos frente a sus empleos, sus negocios y sus ingresos, pues el aislamiento ha llevado a que una gran cantidad de personas que trabajan de manera informal no puedan salir a trabajar y qué empresas se queden sin caja y recurren a drásticas medidas como el recorte del personal, el cierre de locales e incluso el cierre total de su empresa. Lo anterior, puede llevar a que los hogares colombianos empiecen a ahorrar y a cuidar sus ingresos enfocándose en comprar únicamente productos de primera necesidad. Lo anterior se refleja en la disposición de los colombianos para comprar bienes durables, vivienda o vehículos al verse fuertemente afectada, pues no son productos de alto prioridad en este momento para los ciudadanos”.

 

Qué cifras no se pueden perder de vista en esta coyuntura

Resalta Raddar la importancia de hacer un seguimiento a las cifras de empleo, y  la inflación pero abierta por categoría, siendo esta un termómetro que imprime norte por actividad. Por su parte, es importante seguir el número de contagiados para vislumbrar el horizonte de apertura.  

 

Nuevos canales de compra

En medio del confinamiento, los hogares comenzaron a encontrar canales diferentes de compra, siendo los domicilios los grandes ganadores, aunque no solo las plataformas. Si bien internet y las plataformas especializadas han tenido un repunte, entre el  60% a 64% siguen haciéndose por vía telefónica.

 

El Fenómeno de transformación de cambios de hábitos

Mientras en abril del 2019, el gasto de los hogares según el tipo de consumidor estaba dominado en Colombia por los llamados cazadores de promociones con el 89,74%, este tipo de consumidor baja su participación al 46,9% en abril del 2019. Por su parte, los cazadores de oportunidades pasan del 8,56% al 27,72%  y los cazadores de valor pasan del 1,70% al 25,38%, respectivamente de abril del 2019 a abril del 2020.  

Lo anterior evidencia que hay que comenzar  a entender que las personas no tienen, ni van a tener la capacidad de compra y ya no tienen las mismas prioridades; las personas  se van a volver más racionales y van a priorizar el producto que más les garantice su promesa de valor. Así las cosas vemos como el precio ha pasado a segundo plano, explica Raddar, quien advierte: “Hoy hablamos de un crecimiento muy importante en la calidad y la necesidad como esa gran razón de hoy para comprar, una vez pasada la etapa de gran abastecimiento que se dio en marzo”.

En el nuevo entorno se hace urgente transformar la relación con la marca. Recomienda Camilo Herrera presidente de Raddar: “Háblele al consumir, no al comprador; primero enséñele usar su producto, también hay que contarle como no usar su producto y preguntarle que hace él con su producto” y en ese nuevo entendimiento  hay que comenzar a preguntarse cuál es la nueva propuesta de valor y cuál es la segmentación para construir propuestas de valor reales y acordes con los nuevos grupos de interés.  

 

¿Cómo se vislumbra mayo?

Según lo estima Raddar, la dinámica será muy parecida, un poco más profunda; en junio y julio los números negativos ya deberían acercarse al cero o a terreno positivo. Sin embargo los meses que faltan no van a alcanzar para corregir el gasto pér-capita. La recuperación se dará hacia el año 2022, es decir que según Raddar, nos  vamos a demorar más de 2 años en recuperar el gasto per-cápita.

 

DESCARGUE AQUI LA PRESENTACION COMPLETA DE RADDAR CON EL INFORME EN PDF