El Metaverso: la capacidad del mundo real de superarse a sí mismo … solo el tiempo dirá si para bien o para mal.
Bloomberg Intelligence calcula que la oportunidad de mercado para el Metaverso puede alcanzar los US$800.000 millones para 2024, de ahí que todos quieran asegurar algún trozo de este pastel, comenzando por los principales líderes tecnológicos que aspiran quedarse con la mayor parte.
Es así como el pionero Meta (antigua Facebook), Apple, Microsoft, Amazon, Baidu, Alibaba y Tencent, ya han anunciado importantes inversiones en este campo.
Lo que ha comenzado como una primera apuesta de una nueva expresión publicitaria por Meta (antes Facebook), se espera que sea una de las mayores revoluciones tecnológicas y culturales de la historia.
Si bien el concepto de Metaverso no es nuevo, teniendo su origen en la novela Snow Crash publicada en 1992 por Neal Stephenson, se ha convertido en el nuevo término “sexy” del entorno corporativo como una fiebre que se expande. Sin embargo, la verdad es que por ahora sigue estando rodeado de un humo denso que diluye la comprensión sobre esa verdadera gama de oportunidades comerciales que por ahora lucen lejanas, donde la mayoría de las respuestas están sin contestar, porque simplemente nadie sabe con qué velocidad y alcance se avanzará.
La inmensidad de este nuevo mundo riñe con un horizonte tan etéreo, y falto de concreción, que sin duda una mirada del concepto de Metaverso agobia a cualquier equipo gerencial.
Según lo definen expertos de la consultora global Accenture, hablar de metaversos es hablar de la convergencia de entornos de interacción humana compartida, mediados por el avance de nuevas tecnologías enriquecidas con los avances en 3D, realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV), en los cuales se crean universos digitales equivalentes al nuestro, pero sin sus limitaciones, lo que permite llevar las experiencias a otro nivel, a partir de la recreación de momentos ficticios, o el traslado de experiencias reales a la web.
Una nueva cultura dominada por el “quien quiero ser”
En un mundo donde en el imaginario de los creadores de contenido todo se puede, una de las experiencias que más valorarán los usuarios será sin duda poder expresar emociones mediante representaciones digitales que permiten los dispositivos de avatar VR (realidad virtual) y AR (realidad aumentada), las dos principales entradas a este nuevo mundo inmersivo.
Es así como, a través de avatares creados a la medida de ese imaginativo del ‘quién quiero ser’ y no necesariamente de “quien soy”, en términos de especie, raza, genero, vestuario, y bienes, el ser humano logrará expresarse a otro nivel. Es aquí donde existirá uno de los grandes negocios del Metaverso y donde algunos afirman que se desarrollará una nueva era cultural y se definirá una nueva dinámica de mercados, donde conceptos como la propiedad o el valor cambiarán de sentido.
Desde una inmersión con dragones de fuego y unicornios de colores, en un mundo de fantasía, hasta la creación de nuevas experiencias para los empleados, modelos de salario emocional, ambientes tipo “arenera” para probar casos de uso de proyectos operativos, acceso exclusivo a eventos o conciertos, nuevas formas de obtener dinero, conseguir pareja, atención en salud, asistir a congresos académicos, de hacer deporte, desarrollar experiencias sexuales, hasta consumir todo tipo de bienes y servicios, especialmente educativos, el mayor reto del Metaverso será la construcción de espacios que nos lleven a superar límites físicos, como una nueva versión de la vida real o la prolongación del entorno terrenal en el que nos movemos hoy.
A pesar del inmenso potencial que se dibuja en cada discurso, lo que sí está claro por ahora es que todo este desarrollo sigue estando muy crudo, siendo aún más “humo” con contadas aproximaciones reales y concretas, persistiendo dudas profundas sobre cómo se va a generar valor en este nuevo mundo que promete cambiar el ser y el actuar frente a cómo somos y actuamos en la realidad.
La tecnología que soporta el desarrollo del Metaverso
Si bien se espera que las más beneficiadas en este ecosistema sean las empresas de tecnología, de medios y telecomunicaciones, la verdad es que cualquier negocio que tenga creatividad y la capacidad de traducir en lenguaje de código, ideas maravillosas, podrá beneficiarse de este nuevo ecosistema, no sin antes incorporar los habilitadores tecnológicos mínimos como lo son:
- La integración de la Inteligencia Artificial de manera transversal
- La implementación de redes 5G, Wi-Fi de próxima generación, redes de banda ancha, nuevos sistemas operativos, y aplicaciones de avanzada dentro plataformas digitales inteligentes.
- Y no pueden faltar hardware y software AR/VR/MR (realidad extendida), el cual permitirá a los usuarios poder ingresar e interactuar sensorialmente.
Según Christopher Weisz, Partner de BCG Gamma, a medida que crezcan estas bases tecnológicas, también lo harán las ventas de hardware, software, aplicaciones y contenido AR y VR. Solo esta sección del metaverso proyecta a ser un mercado de casi 50.000 millones de dólares para 2025. De ahí que su innovación y mejora avancen rápidamente, de modo que se alcance un diseño que se asemeje lo más posible a un par de anteojos.
- La verdad es que las gafas 3D no han tenido buena aceptación, por eso, la gradualidad en la transición amigable para los usuarios dependerá del desarrollo de un equipamiento visual más adaptable, la penetración de los auriculares y la combinación con pantallas 2D híbridas (en teléfonos celulares, tabletas y navegadores de PC).
- Por su parte, el blockchain, y la arquitectura de cadena de bloques, en su entendimiento más allá de las criptomonedas, servirá como la columna vertebral de la gestión de datos, análisis de información, herramientas de inteligencia de clientes, para logar experiencias personalizadas, además de dotar de seguridad a todas las transacciones, haciendo uso de su trazabilidad y comprobación de la información.
La “Metaeconomía”
Lo que si es cierto es que el Metaverso, se convertirá en nuevo espacio para ganar dinero, dando paso a la “economía de creadores” donde, sin necesidad de ser un “cerebrito” de la ciencia de la computación, surgirán nuevos empleos en todas las disciplinas, de tiempo completo, parcial o tipo “side hustle” aquel trabajo que se hace por fuera del empleo habitual con el fin de ganar dinero extra.
Desde psicólogos, sociólogos, filósofos, artistas, hasta expertos en ciencia de datos, guiarán a creadores de contenido, diseñadores 3D, y desarrolladores que sean capaces de programar estos nuevos universos construidos con código, impulsado así la “tokenización” del trabajo. Hoy cantantes, actores, pintores, ya “tokenizan” su producción creativa, convirtiendo fotografías, vídeos, música y arte en activos digitales a manera de tokens no fungibles (NFT), que luego venden individualmente o en subasta.
. ¿Qué es un token no fungible (NFT)? Apropiándonos de la definición de economipedia, es un archivo digital único en el mundo que tiene un único propietario y no puede ser duplicado, ni se puede dividir, ni copiar. Para poder realizar un seguimiento y garantizar su exclusividad se utiliza una red blockchain, lo que permite también almacenar toda la información del bien en el pasado. Los NFT sirven principalmente para representar inversiones, ofrecer diferentes servicios, representar parcial o totalmente una propiedad, incluso intangibles, hasta obras de arte. Esto hace que los artículos digitales sean más escasos y deseables.
Como lo explica Acenture “los creadores producirán activos; los intérpretes crearán contenidos en tiempo real; los intermediarios conectarán el mundo físico con el digital; los participantes aprenderán, explorarán y mejorarán; los constructores diseñarán y organizarán experiencias; la comunidad ayudará y atraerá. Otras personas juegan y aprenden para ganar dinero. Jugar para ganar, crear para ganar y aprender para ganar son modelos que están convirtiendo actividades de ocio en trabajo”.
Y es que los NFT ya se usan para todo, hasta las grandes compañías como Adidas, H&M, Nike y Zara ya han presentado colecciones virtuales de moda en el metaverso a través de NFT.
Según Carolina González de ComputerHoy, “la capitalización del mercado de los NFT en 2020 rondaba los 330 millones de dólares, mientras que, en el 2021, han superado los 41.000 millones de dólares”.
La capacidad de converger el ingenio y la creatividad, con la tecnología.
La tarea comenzará por crear motivadores suficientemente potentes para que los consumidores, usuarios, empleados, y clientes, trasladen parte de su mundo al metaverso; su mundo financiero, transaccional, de entretenimiento, más allá de los juegos, y la compra. Pero el gran reto estará en fidelizarlos, y en mantenerlos motivados a quedarse ahí. En este esfuerzo, la capacidad de creación de contenido, y especialmente traducir ese contenido a código, será el factor diferenciador para lograr mantener una experiencia innovadora y original.
La tecnología estará a la vuelta de la esquina. Pero asegurar el mejor cerebro creativo, el “ingenio”, atraer a los mejores creadores “artistas del contenido”, para superarse continuamente a sí mismo, no será ni fácil, ni barato. Desarrolladores 3D, diseñadores de Videojuegos, y creadores de productos digitales, serán los nuevos reyes del mundo laboral, quienes, junto a creativos, tecnólogos, profesionales en ciencias de datos y expertos en playtesting, serán los encargados de la creación del nuevo mundo.
Como las drogas y los video juegos, este contenido digital, nunca va a ser suficiente. En una sociedad que camina al abismo de la inmediatez, la facilidad, que ademas va perdiendo cada vez más la capacidad de sorprenderse, será difícil mantener esa experiencia de compra emocionante, por que como dice la canción, “hasta la belleza cansa”.
De ahí que la capacidad que tengan las empresas de renovarse y de incorporar nuevos y mejores elementos, será clave para evitar que el Metaverso termine por tornarse aburrido y monótono. O termine excluyendo a generaciones mayores, que encuentran agotador estar “enganchado” a una pantalla de celular y les parezca un estorbo usar audífonos y gafas de visión 3D, sin mencionar las implicaciones que tiene la exposición digital prolongada sobre la salud, física y mental.
Masificar la operación para generar valor, sin perder la experiencia a la medida
Acelerar la creación de infraestructura que permita el desarrollo de los mundos inmersivos (m-worlds), que darán forma a este universo, encuentra en el ESCALAMIENTO, uno de sus mayores desafíos.
Por su parte, proporcionar experiencias extraordinarias personalizadas, pero a un nivel masivo, será determinante para que se pueda escalar a un número suficiente de usuarios que lo haga sostenible.
“La tecnología mejorará con la innovación y la escala creciente en la base de usuarios, atrayendo cada día a más. Meta, por ejemplo, está subsidiando los auriculares Quest VR e invirtiendo en estudios y editores para impulsar el contenido disponible en Oculus Quest Store. En 2021, se estima que la tienda generó mil millones de dólares en ingresos”, aseguró Christopher Weisz, Partner de BCG Gamma.
Luego de dar el paso más fácil, lograr la interacción de los usuarios, en crear, intercambiar activos y cultivar relaciones, es necesario llegar a lo más difícil: entender donde este negocio genera valor más allá del usuario. Generar valor para los inversionistas y para la sociedad.
Uno de los mayores interrogantes, en la capacidad de escalar del Metaverso es:
¿Qué tan grande es el impacto en sostenibilidad de la “minería” que necesitan desarrollar, muchos NFT para mantenerse generando valor? Sin duda el buscar fuentes renovables para el desarrollo y sostenibilidad de estos activos digitales, será el gran desafío de sostenibilidad.
Esta evolución, desde el nuevo entendimiento de propiedad concebida ahora como el derecho de hacer uso exclusivo de los activos, hasta un nueva forma de concebir los límites, obliga a las organizaciones a desarrollar un nuevo pensamiento estratégico y una nueva visión de futuro, a entender el modelo de negocio de manera diferente, siendo clave la consideración de nuevos elementos al momento de entender los cambios que requiere el negocio y las decisiones que se deben tomar en este nuevo ecosistema.
Primeras experiencias en el metaverso
Por ahora los equipos digitales de las organizaciones se ocupan en comprender la cadena lógica y estructura de operación de los metaversos, de manera incipiente y experimental.
Las marcas que se han atrevido a dar los primeros pasos a la construcción de esa primera “ante sala” al Metaverso, han comprendido que se trata de un complejo proceso de experimentación al mejor estilo “prueba-error” pero sin duda necesario y fundamental para abrir nuevos cuestionamientos, mejora el aprendizaje y la comprensión de este mundo que al adentrase se percibe cada vez más inmenso y a su vez más lejano.
En la medida en que se avance en un mejor entendimiento, se podrá ir profundizando en el diseño de nuevas y mejores experiencias para empleados, clientes y los diferentes públicos, sofisticar los alcances de los avatares como puentes entre la expresión humana y la realidad virtual, comenzar a esbozar un modelo regulatorio y código de conducta e identificar como hacer dinero grande en estos nuevos modelos de negocio.
Ya son varios los gigantes tecnológicos, que anuncian los avances de sus plataformas en el Metaverso, como lo será “Infinite Office”, la apuesta de Facebook de un lugar de trabajo del “otro mundo”, al que le salió competencia con el anuncio de Microsoft de convertir Microsoft Teams, en un metaverso especializado para las reuniones empresariales
También los gobiernos toman partido, siendo el de Corea del Sur el más ambicioso hasta el momento, con el anuncio de una inversión de $190 millones de dólares en la creación de propio metaverso con el objetivo de colocarse en el Top 5 de los mercados de metaversos más grandes del mundo, esperando además crear 1,5 millones de nuevos trabajos derivados de este ecosistema.
Metaverso y el mundo financiero
La combinación de la realidad virtual y la realidad aumentada, con el mundo de las finanzas, podría causar una revolución, siendo uno de los campos que evolucionará con mayor rapidez, el de servicios financieros y transaccionales, siempre y cuando se logre avanzar hacia un ecosistema financiero más robusto y un marco regulatorio más visionario, de mayor flexibilidad y con alcance global.
Será clave la creación de una reglamentación global y evolución de los NFT como garantes de la propiedad y autenticidad de las transacciones, en línea con el surgimiento de la “metaeconomía”, donde los mayores retos para darle viabilidad al modelo, serán: la generación de confianza en este ambiente digital; la mayor exigencia en la experiencia del consumidor, y la escalabilidad, que comenzará por demandar un equilibrio entre rentabilidad y sostenibilidad.
A medida que el metaverso gane popularidad y masa crítica, el intercambio de activos digitales entre usuarios y empresas, por ahora centrado en las criptomonedas y la evolución de los NFT, será una de las fuentes de generación de valor económico y una de las principales intervenciones del sector financiero en el Metaverso.
La educación financiera encontrara un importante canal de expansión en el metaverso, al incorporar los elementos de “gamification” propios de los videojuegos. Es así como las compañías de inversión y el mundo del Forex, comienzan a explorar con juegos que elimina los riesgos de perder con dinero real, como por ejemplo la compañía de servicios bancarios en línea Ally ya ha creado un juego llamado Fintropolis.
Por su parte, JPMorgan es el primer banco de Wall Street con presencia en Decentral, uno de los metaversos más populares, específicamente en Metajuku, una versión virtual del distrito comercial Harajuku de Tokio, como un paso más en la construcción de infraestructura en el ecosistema cripto y de cadena de bloques. Un tigre que deambula por el primer piso recibe a los visitantes frente a una imponente foto de Jamie Dimon, líder del banco, colgada en la pared. A través de un avatar, los visitantes avanzan hacia el segundo piso para oír a los expertos hablar sobre el criptomercado, de forma tan real como si estuviera participando de la reunión. Pero más allá de este escenario, por ahora no es posible transar. En un horizonte de tiempo se espera que se puedan hacer pagos transfronterizos, cambiar divisas, crear activos financieros, colocar en custodia activos digitales, contratar crédito y constituir ahorros.
Marcas como Samsung, y la embajada de Barbados, también tienen presencia en Decentraland, donde los usuarios pueden ingresar como avatar, comprar y vender terrenos y otros bienes, construir y obtener tokens MANA, la moneda nativa de esta plataforma de realidad virtual, creada sobre la blockchain de Ethereum (ETH).
Otro ejemplo, es la firma de bienes raíces del metaverso Republic Realm, quién ya pagó $ 4.3 millones de dólares por un terreno en el mundo virtual Sandbox.
Como lo explica Asobancaria en su reciente publicación -METAVERSO y NFT´S y su relación con el Sistema Financiero Colombiano, una primera aproximación-: “Con la aparición de las finanzas descentralizadas (DeFi), los antiguos prestamos de garantía y la posibilidad de componer activos digitales basados en tokens de blockchain, una empresa de financiación de nueva generación podría aprovechar distintos productos digitales como garantía para suscribir contratos de arrendamiento, hipotecas de terrenos y propiedades virtuales. De hecho, la empresa de financiación puede no ser una empresa en absoluto, sino una organización autónoma descentralizada (DAO). El DAO22 hace referencia a una revolucionaria forma de organizar y hacer funcionar organizaciones, haciendo uso de los smart contracts y la tecnología blockchain para brindar transparencia, inmutabilidad, autonomía y seguridad a las mismas, sin un controlante o una administración central”.
El desarrollo de nuevas habilidades, y una nueva inteligencia de negocio, será clave para que los negocios financieros puedan comenzar pronto a generar nuevas oportunidades en este mercado, el que se constituye en sí mismo en una puerta de entrada a consumidores emergentes.
¿Cómo evitar que el Metaverso se convierta en la nueva droga de destrucción para el mundo?
Más allá de los riesgos que conocemos relacionados con el ciberdelito, robo de identidad, robo de propiedad virtual y derechos intelectuales; captura ilegal de información personal; y acoso virtual entre otros, el metaverso se constituirá en todo un experimento de ingeniería social que de no ser bien manejado, puede terminar convirtiéndose en un mal mayor para la salud mental y emocional de la población. Está comprobado que el aislamiento social, los roles de cambio de personalidad propios de las redes sociales, y la presión del cambio, llevan a incrementar la depresión y el desencadenamiento de conductas peligrosas.
Por su parte, la angustia existencial que supondrá para los grupos de personas, el estar transitando entre el “quien soy” en el mundo real, y en el “ser en el que me convierto” en el mundo digital, exige una mirada distinta y crítica de las consecuencias de estas metamorfosis social.
Por su parte, la idea que vende el metaverso de no tener límites, asusta a humanistas, sociólogos, religiosos y hasta padres de familia, quienes como pocos saben que no existe libertan sin límites. En esta encrucijada será la ética el elemento que permitirá colocar límites en la creación de este nuevo mundo digital, para que tenga sentido y propósito, donde existan reglas mínimas de comportamiento, prácticas de sostenibilidad, inclusión en la accesibilidad y un marco regulatorio y de sanción.
Ya se ha demostrado, con las redes sociales, que someter a la sociedad a una gran presión de cambio, quizá para la cual, ni el cerebro, ni el control de las emociones, esté preparado, resulta una bomba difícil de desactivar. Y es por esto que en esa generación de valor social, de seguro lo principal no será un objetivo de generación de dinero, será un objetivo de garantizar que este nuevo mundo no lleve a profundizar los problemas sociales que ya tenemos. Más allá del ciberdelito, el incremento de suicidios, el matoneo digital, hasta la proliferación de grupos de jóvenes sin identidad, que deambulan sin propósito, incapaces de formar relaciones reales de crecimiento mutuo, con esfuerzo, renuncia y compromiso; una sociedad en la que cada vez se desdibujan más los valores, los principios y la cultura, y se migra a identidades fluidas, sin carácter, que hasta ahora no han demostrado su valor.
Quienes tienen un mejor entendimiento de la concepción humana, entendido como la expresión de un ser integral que siente y se expresa a través de la indivisibilidad de cuatro elementos: cuerpo, espíritu, mente y corazón, sabe bien que no todo puede caber en un mundo que se autodenomina un mundo virtual sin límites y lo destructivo que puede llegar a ser para la salud mental y emocional de una sociedad que biológicamente está concebida para interactuar físicamente con el otro.
Como lo dice Acenture en su FJORD TRENDS 2022: “establecer relaciones positivas que permitan crear un nuevo tejido vital que sea beneficioso para las personas, los negocios y el planeta”, debe ser un objetivo común a todos los creadores de este ecosistema; de lo contrario el metaverso puede resultar una fuerza destructiva que será difícil controlar.
¿Quiénes serán lo que triunfen en el metaverso?
al consumidor, con un enfoque “customer centric”, que además tengan el ingenio, la creatividad y la potencia tecnológica, que permita crear a través de la tecnología, nuevas formas de llevar al mundo virtual lo mejor de la realidad del mundo físico, para que los consumidores desarrollen nuevas formas, de comprar, de divertirse, de aprender, obtener dinero y nuevas formas de interactuar con los demás, en comunidades construidas en torno a intereses particulares o áreas de exclusividad.
Mientras unos están seguros qué el Metaverso será el detonante de la próxima revolución cultural, transformando para siempre la manera en que las personas experimentan y consumen la música, el arte, el cine, manejan sus finanzas y se relacionan con las marcas, y asumen su vida en general, otros, no pocos, predicen que tanta “humo” se quedará en nada y pronto dejará de ser relevante.
Al principio toda novedad entra “barriendo en el mercado”, pero solo el tiempo dirá, si los mundos virtuales del metaverso logarán ser más atractivos que el maravilloso mundo real, hasta ahora insuperable por absolutamente nada.
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