TRANSFERIR EL RIESGO DE CRÉDITO AL SECTOR ASEGURADOR

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Germán Jiménez M. - Gerente General, TIM Total Insurance Management

El 2019 conlleva al sector solidario financiero, nuevos retos regulatorios que enfrentar, tanto Cooperativas de Ahorro y Crédito como Fondos de Empleados de categoría Plena por su nivel de Supervisión deben adecuarse de manera particular a un esquema de supervisión pasando del modelo tradicional de cumplimiento al modelo de supervisión basado en riesgos. Las necesidades de fortalecimiento de la institución y las actividades directas del desarrollo de competencias necesarias para asumir este nuevo reto regulatorio.

Puntualmente en referencia al riesgo de crédito este nuevo modelo de supervisión, actualmente en proceso de formalización con lleva a la actualización del SARC y la estructuración de un modelo de referencia para el cálculo de la perdida esperada, hitos sobre los cuales está trabajando la Superintendencia de Economía Solidaria. Bajo estas condiciones es importante que el equipo directivo y los máximos órganos de control de las Cooperativas de Ahorro y Crédito en total unas 180 instituciones aproximadamente que enfrentan estos ajustes en el modelo de supervisión inicien con la interiorización de estos conceptos definidos por Basilea II como órgano mundial de direccionamiento de las buenas prácticas para la actividad financiera, validando los efectos que dichas medidas tienen en el campo contable – NIIF 9 / Perdida Esperada y Circular Básica Contable y Financiera y sus consecuencias sobre el nivel de solvencia, ajuste patrimonial, cálculo de provisiones y gestión de activos improductivos generados por el incumplimiento de pago de los asociados. En aras fundamentalmente de la salvaguarda de los Ahorros y Aportes de su base social.

En tal sentido y bajo el soporte del Sector Asegurador existen modelos de cobertura de riesgos que permiten transferir a este sector la perdida esperada o una porción de está, optimizando los cálculos de probabilidad de incumplimiento y sus potenciales desviaciones estadísticas. Así como definir y gerenciar la unidad de riesgos como órgano interno de definición de políticas que luego deben ser aplicadas por la unidad de crédito como ejecutor y articulador en los procesos de originación, seguimiento y control de la cartera, así como las decisiones que contribuyan al crecimiento de la entidad de manera sana y controlada. Anticipando sus efectos patrimoniales, de rentabilidad y de solvencia para la institución, frente a los ajustes contables, económicos y financieros que debe enfrentar la institución y permitiendo subsanar las consecuencias generadas por los activos improductivos y los requerimientos regulatorios de provisiones, castigos y exigencia de liquidez para controlar dichos efectos en su estructura financiera.

¿Ustedes se preguntarán y porque el sector asegurador, puede incorporar dichos elementos dentro de su esquema de actuación?

Las aseguradoras tienen como foco la gestión de transferencias de riesgos por sus efectos patrimoniales ante la materialización de los mismos y en tal sentido el riesgo de crédito es identificable como uno de sus elementos de actuación, fundamentalmente en la protección de los activos de cualquier generador de operaciones activas de crédito o financiación, contribuyendo a que dichas instituciones puedan optimizar su gestión crediticia con un jugador regulado, vigilado y controlado bajo un modelo de supervisión de condiciones favorables para el mercado. Contribuyendo a la generación de buenas prácticas en la administración del riesgo de crédito, mejor riesgo reputacional y atomización del riesgo intrínseco a su actividad crediticia.

El incumplimiento de algunos asociados afecta de manera directa los resultados de la entidad solidaria y la gestión de sus directivos ante el control de los aportes, ahorros e inversiones recibidas por la Cooperativa e institución. En tal sentido es el cuerpo directivo y los organismos sociales escogidos democráticamente los responsables de la buena gestión gerencial de la institución solidaria y propiamente es mejor generar y presentar resultados positivos y de beneficio directo para toda la base social, que la socialización de perdidas potenciales. Estas coberturas de riesgos permiten mantener el equilibrio y el control de las pérdidas tolerables dados por el nivel de solvencia y la capacidad de respuesta de la entidad frente a las adversidades financieras que se pueden presentar.

La invitación es a una reflexión general sobre la interiorización de los parámetros que establece el marco regulatorio y las condiciones de mitigación del mismo con alternativas sólidas y comprobadas de un mejor riesgo reputacional a favor de la entidad de financiación, de anticiparse a las perdidas potenciales como lo establecen las NIIF en el cálculo de la perdida esperada y los beneficios directos de contar con el soporte de una Aseguradora en el apoyo de la gestión del riesgo de crédito de la actividad financiera.