Crédito >B> Beneficio

A pesar de los avances en inclusión financiera, y el abrumador desarrollo de la tecnología, las poblaciones menos favorecidas no han mejorado su calidad de vida; ni los países en desarrollo han logrado vencer la trampa de la informalidad; ni la mayoría de economías han logrado alcanzar mayores niveles de productividad. Por su parte también los ecosistemas naturales siguen enfermando de manera acelerada y los efectos del cambio climático se perciben con más fuerza.
Ad portas de la reunión del Foro Económico Mundial, Oxfam la organización líder que lucha contra la pobreza, demuestra cómo la desigualdad se está agravando. El 82% de la riqueza mundial generada durante el año pasado fue a parar a manos del 1% más rico de la población, mientras el 50% más pobre –3 700 millones de personas– no se benefició lo más mínimo de dicho crecimiento”. Según datos de Oxfam, una de cada diez personas en el mundo sobrevive con menos de US$2 al día.
Este enorme desequilibrio de riqueza se traduce en un enorme desequilibrio de poder y oportunidades. Al respecto opina el Profesor Yunus, precursor del microcrédito: “Lo que hemos podido ver en los últimos tiempos es que mientras la economía crece, se produce una concentración de riqueza, y esta tendencia incluso se está acelerando. Creo que esto es un desarrollo muy peligroso, que amenaza la cohesión social, los derechos humanos y últimamente incluso la democracia. Hoy en día, las 8 personas más ricas del planeta tienen más que la mitad más pobre de la población mundial. Si una persona es dueña de una gran parte de la riqueza de un país, eso le otorga un enorme poder, socavando el gobierno del pueblo. La riqueza es como un imán, cuanto mayor es, más dinero es capaz de atraer. Necesitamos revertir esta tendencia para asegurar la paz y la estabilidad”.
El movimiento B – el impulso a una nueva genética económica
¿Qué sentido tiene una economía que crece financieramente y que por su misma naturaleza genera inequidad creciente, acaba el agua y otros recursos de la tierra, profundiza el individualismo y la exclusión de miles de personas? Es la reflexión que nos plantea el Movimiento Global de empresas B, que opera también en Colombia.
Sin duda el actuar financiero a nivel global comienza a alinearse con este clamor, empoderado por movimientos como las Empresas B, sobre la necesidad de impulsar “una nueva “genética” económica que permita que los valores y la ética inspiren soluciones colectivas sin olvidar, al mismo tiempo, necesidades particulares, encontrando trascendencia, sentido y propósito, a la par que se genera utilidad y rentabilidad y protección del medio ambiente.
El impacto social en el centro de la sostenibilidad corporativa
Un gran ejemplo del viraje en el grado de importancia que está tomando la responsabilidad social corporativa en el mundo de los negocios como pilar esencial de sostenibilidad, es el llamado de atención que hace el multimillonario Larry Fink, fundador y CEO de BlackRock, el fondo de inversiones más grande del mundo (20 veces el PIB Colombiano), a los presidentes corporativos, para que le den la mayor relevancia al análisis del impacto que tienen sus empresas en la sociedad y tengan muy claro la manera en que cada empresa va a lograr una contribución positiva en las comunidades donde opera.
Y es que no son pocas las preocupaciones que se ciernen a largo plazo sobre las distintas sociedades: el cambio climático; el futuro de las poblaciones que envejecen sin lograr una pensión; el incremento de la inseguridad y el terrorismo; los miles de empleos que reemplazará la inteligencia artificial; la gran competitividad en los mercados laborales; las brechas en el alcance de la tecnología digital; el desmesurado poder que están acumulando los gigantes tecnológicos; los elevados costos en la educación; el incremento en la ocurrencia de desastres naturales y el recrudecimiento de las sequías y la temporada de lluvias, entre otros.
A nivel de la banca colombiana son bien reconocidos los avances de las entidades hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los que se enmarcan en tres líneas: crecimiento económico, inclusión social y protección del medio ambiente. Como lo resalta Asobancaria “A nivel internacional, las iniciativas, marcos o normas internacionales frente al desarrollo sostenible han adquirido una importancia creciente, en un proceso que se ha adelantado de manera conjunta entre el sector público, privado y la sociedad”.
El Crédito >B> Beneficio
Ante esta realidad, un nuevo modelo de financiación se abre paso: el Crédito >B> (Beneficio). Se trata de un modelo que retoma el verdadero sentido del otorgamiento de la financiación, poniendo en el centro el bienestar de las personas, las sociedades y los ecosistemas naturales, con el objetivo de convertir cada crédito desembolsado, en un verdadero instrumento para mejorar aspectos que lesionan el mundo, como la pobreza, la contaminación, el calentamiento global, la violencia, el hambre, o la falta de educación.
El Crédito >B> (Beneficio), retoma las tres dimensiones del “deber ser del crédito”: >ESCALA: Profundizar para llegar a los más pobres; >RELEVANCIA: Portafolio de productos y servicios que eleve la condición de desarrollo de la población y su calidad de vida y contribuya a impulsar acciones de protección del medio ambiente y los ecosistemas naturales; >ALCANCE: Favorecer al mayor número de poblaciones, con mayor velocidad.
El Crédito >B>, se preocupa no solo por la experiencia de sus clientes, sino también por la experiencia social para evitar esos daños colaterales que pueden derivarse de un mal manejo, como el sobre-endeudamiento.
Por su parte, tiene como meta, colocarse en el centro del diario vivir de las personas, pasando de simplemente cubrir necesidades financieras, hasta hoy orientar al “tener”, a convertirse en un instrumento que genera soluciones, retos y desafíos; que conecta emociones, y sentimientos; que crea conexiones de valor; y acompaña el crecimiento personal y profesional en todo el ciclo de vida del ser y lo lleva de la mano para que alcance a lograr sus metas. Su propósito es Influir en la calidad de vida de las personas, bajo una premisa vital: “Influir sin agobiar”.
A continuación, en esta sección abordamos casos de entidades que ya están alineadas con las finanzas B y están evolucionando sus modelos de actuación para promover el despertar de una nueva conciencia corporativa que camine hacia una relación más sana, y equilibrada; hacia un gana-gana entre el actuar empresarial y la sociedad, que permita la creación de sistemas de progreso y bienestar inclusivos y sostenibles; y en ese objetivo la financiación