El programa brilla de Promigas, un modelo exitoso de financiación no bancaria

Promigas, organización de profundo arraigo en el sector gas en Colombia, cuenta con un portafolio de inversiones conformado por 20 compañías de servicios de transporte y distribución de gas natural, distribución y comercialización de energía eléctrica, soluciones integradas para la industria, generación de energía y gas natural licuado -GNL-.Es la empresa privada, transportadora de gas natural, más antigua de América Latina. Con probada competitividad y éxito llegó a Perú, con la adquisición, en 2006, del 40 % de Cálidda, empresa distribuidora de gas natural en Lima y Callao.
En 2016, la compañía incursionó en el negocio inclusivo de financiación no bancaria (FNB) para los estratos socioeconómicos más bajos, ofreciéndoles a los clientes, que ya han cancelado la conexión al servicio de gas, créditos para la adquisición de productos como electrodomésticos y materiales de construcción que contribuyan a mejorar su calidad de vida, se trata del programa Brilla, que en sus 11 años de operación, se constituye en ejemplo exitoso de modelos de crédito >B>, al incrementar la calidad de vida a los colombianos de estratos 1, 2 y 3, que en su mayoría no contaban con posibilidades de financiación formal en departamentos como Atlántico, Bolívar, Cauca, Cesar, Córdoba, Guajira, Quindío, Magdalena, Caldas, Risaralda, Sucre, y Valle del Cauca.
Brilla tiene hoy dos millones de créditos otorgados y desembolsos por $1.9 billones, además una sana calidad de cartera y reconocimientos del Banco Mundial, el G-20, Financial Times e IFC; pero lo que resulta más importante, es que ha logrado consolidar con sus comunidades conexiones de confianza y fidelidad, que van más allá de un simple prestador de servicios hasta llegar a convertirse en parte de su progreso.
Este sistema de financiación lo operan Gases del Caribe, Surtigas, Gases de Occidente, Gases de La Guajira y Efigas, y a partir de enero de 2016 Energética de Occidente, gracias la concesión que hizo Promigas, para el uso de la marca Brilla.
Los productos más comercializados y sujetos de financiación son materiales de construcción, electrodomésticos, gasodomésticos, y desde hace dos años, teléfonos celulares.
Los inicios y su profundización
La experiencia comenzó a partir de los buenos resultados en la financiación para la conexión, y acometida de gas, que hacían a los usuarios, las distribuidoras del portafolio de Promigas, con cuotas bajas y tasas de interés favorables, camino que demostró que los usuarios no solo eran cumplidos con sus pagos mensuales, si no también que el modelo permitía crear un vínculo de confianza con la comunidad, por lo que se habría una gran oportunidad de profundizar en el negocio de financiación y a su vez en el impacto social, comenzando a ofrecer créditos a los usuarios con un cupo aprobado por $2 millones por su buen comportamiento con la anterior obligación.
“Determinamos en este segmento de población que había una necesidad y también una disposición para tomar un crédito, cumplir con los pagos y acceder a privilegios que mejoraran la calidad de vida”,
Explica Rodolfo Anaya, vicepresidente de Distribución de Promigas, quien resalta que esta unidad de financiación es un negocio totalmente sostenible completamente orientado a mejorar la calidad de vida del hogar con inversiones que perduren en el tiempo: “Los créditos no se pueden usar para cualquier tipo de inversión. Nosotros identificamos unos productos que ofrecen calidad de vida como puede ser la adecuación física de las viviendas, o acceso a estufas, calentadores, televisores, incluso computadores”.
Creando conexiones de valor
Para Rodolfo Anaya uno de los factores diferenciadores del programa Brilla, es el gran valor que le dan las familias a este crédito y por ende la buena calidad de la cartera: “las familias valoran y cuidan mucho ese crédito porque saben que tienen un cupo de endeudamiento que puede ir renovándolo de 2 a 4 años, y que siempre será destinado a suplir alguna necesidad puntual”.
Dentro de los estudios de medición de impacto en la vida de las familias beneficiarias de crédito, Promigas ha logrado establecer que alrededor del 30% de ellas, pasaron de la informalidad a la formalidad. Por su parte, han visto la posibilidad de generar ahorros mensuales gracias a que dejaron de ser “esclavos” de figuras perversas como el “gota a gota”.