LA COLOCACIÓN CREDITICIA VUELVE A GANAR PROTAGONISMO COMO IMPULSOR DEL CAMBIO EN EL GASTO

EN FEBRERO DE 2025, EL GASTO DE LOS HOGARES CONTINÚA CRECIENDO
En febrero de 2025, el gasto de los hogares, desde la medición de Gastometría de RADDAR, fue de $94,9 billones de pesos. En febrero de 2024, el gasto de los hogares fue de $89,2 billones, lo que significa un crecimiento en términos corrientes de 6,41%.
En términos reales, el crecimiento anual del gasto fue de 1,08%, manteniéndose en el terreno positivo de los últimos meses, sin embargo, en esta cifra es notable la lentitud en la recuperación del gasto durante el inicio de año.
La colocación crediticia, sumando la causada con tarjeta de crédito, consumo libre destinación e hipotecaria, tuvo un crecimiento anual de 32,1%, debido mayormente a la dinámica en colocación de crédito hipotecario frente al año pasado de 65,1%. El salario mínimo real vigente, tuvo un aumento anual de capacidad de compra de 4,01% y de ingreso por ocupado de -5,3%.
LOS HOGARES RECURREN NUEVAMENTE AL USO DEL CRÉDITO ESPECIALMENTE EN UN HORIZONTE DE CORTO Y MEDIANO PLAZO
Si se analiza la colocación de crédito con tarjetas a plazos, se observa que la mayoría de los montos desembolsados son para consumos a un mes. El crecimiento constante de este tipo de transacción puede sugerir que más personas están usando la tarjeta como medio de pago para gastos cotidianos, en lugar de un medio de financiamiento.
Por otro lado, preocupa el aumento en los avances en efectivo. Si esta tendencia continúa, podría reflejar que más hogares enfrentan problemas de liquidez y recurren a estos recursos para cubrir gastos urgentes, elevando el riesgo de sobre endeudamiento.
Por último, la preferencia por plazos de 2 a 12 meses podría deberse a que muchos hogares aún perciben altas tasas de interés, lo que desincentiva el uso del crédito a plazos más largos.
Ahora bien, en cuanto a la evolución de las tasas de interés en el mercado, el ritmo de recortes de las mismas ha disminuido, en línea con la tendencia de la tasa de política monetaria del Banco de la República, de la cual se espera que los próximos recortes continúen siendo reducidos debido a las presiones inflacionarias que aún afectan la economía colombiana. Otro aspecto relevante es el acercamiento de las tasas de tarjeta de crédito a la tasa de usura. Esto podría deberse a varios factores, como el mayor costo de fondeo derivado de la menor reducción en la tasa de interés del Banco de la República para los establecimientos crediticios. Además, esto también podría reflejar una mayor percepción de riesgo de impago por parte de los usuarios de crédito o una posible estrategia de los bancos para aprovechar el creciente uso del crédito a corto y mediano plazo por parte de los hogares.